sábado, 6 de agosto de 2011

¿Por qué llamarse Bértoly 3?

Parece una dirección y es precisamente eso. Calle Bértoly # 3 es una residencia en una estructura de dos pisos enclavada en el corazón de Ponce, Puerto Rico, ciudad en donde nací un 4 de enero de 1951.

Todos guardamos recuerdos de las casas de nuestro pasado. En nuestra memoria habitan imágenes, la mayor parte de las veces dulces, de aquellos espacios, comedores, cocinas, pasillos, puertas, escaleras, balcones por donde de niños y luego jóvenes adultos nos desplazábamos.
Bértoly 3 no fue la casa en donde me crié. Fue la casa de mi abuelo. La casa de mis veranos juveniles, de un gran patio que se llenaba de quenepas y palomas, que albergaba jaulas con gallinas y conejos y caminos por entre los cuales un día encontré unas viejas canicas otrora escondidas por un niño como yo, que jamás volvió por su tesoro.

No podré nunca olvidar el laberinto de habitaciones que exploraba cuando los adultos no estaban en la casa, la viejita silenciosa eternamente postrada en una de las camas, los armarios altos con llaves extrañas, el retrato grande de mi abuela joven de cara triste que nunca conocí pues había fallecido mucho antes de que yo naciera, los pisos, el techo y las paredes de madera. ¡Oh qué madera tan noble y fresca que mis sentidos juveniles percibían!

Ya con gente, la casa cobraba una vida bulliciosa. En su amplia terraza del segundo nivel, rodeada de los frondosos árboles, se servía la comida. Era entonces que Bértoly Número 3 se colmaba de primos, tíos, y amistades en torno a sus dos mayores: el abuelo Papá Delmo, todavía enérgico y patriarcal, y la servil y cariñosa Tití, para auspiciar cual si fuera miembro familiar, los aromáticos guisos preparados por horas largas en su vetusta cocina cuadrada a unos pasos del mesón.
Muchos recuerdos guardo de esa casona que está hoy en ruinas. Pero quiero creer que ella también tiene memoria. Que en sus paredes de madera una vez brillantes y hoy secas y comidas por la polilla y el comején se inscribieron esas imágenes que conservo en mi mente. Y que en sus largas noches de abandono y silencio suspira por volver a colmarse de niños, padres, abuelos y vida.

Sea este blog un nuevo suspiro, una nueva casa para mis memorias y reflexiones, no del pasado necesariamente sino del presente que vivimos y del futuro que queremos.

3 comentarios:

Carlos A Bas Huertas dijo...

Bértoly 3 es una metáfora. Mi blog inaugura recordando una casa de mis años juveniles y quiero pensar que este blog le dará casa a estos años y a mis mejores pensamientos.

Anónimo dijo...

Muy conmovedor, gran redacción. Gracias...buenísima metáfora q contiene tantas otras dentro de sí.

Carlos A Bas Huertas dijo...

Gracias por su generoso comentario. Me alienta a seguir escribiéndolas.